miércoles, 1 de octubre de 2014

Al sol tierno de San Miguel

Justo, a sus 101 años en la Plaza Mayor de Salamanca,
el 29 de septiembre de 2014, día de San Miguel.
Ayer coincidí con Justo.


A Justo ya lo conocéis de nuestro primer encuentro del que cuento en esta bitácora, en "La perspectiva de la edad", de cuando su edad era esférica como un siglo.

Entonces le hice una pregunta, que de eso iba la crónica.

Ayer, caminando hacia sus 103 años, le acompañé por el redondeo de los minutos en nuestra Plaza Mayor. Hicimos juntos unas vueltas en el sentido de las agujas del reloj por la ancha explanada de granito. "Es la costumbre de los hombres ", me iba diciendo el noble anciano en nuestra marcha. Las mujeres, continuó, también andaban por aquí a redondear el rato, pero ellas zurcían sus vueltas sobre el solado en el sentido contrario al nuestro.

Supe que siempre había un punto en el que los recorridos unían a los géneros, en que las circunferencias de los distintos pasos coincidían y el instante les alineaba. Era entonces cuando mujeres y varones volcaban sus ojos en el objeto de su elección y que el momento , y las miradas enzarzadas brillaban, soltaban destellos de suave combate por el aire plateresco, y se traspasaban y unían como por ensalmo; como los aros metálicos de los magos.

Oh, maravillas del deseo, imanes de lo afín, birlibirloques del amor.

Yo advertía en nuestra ronda por el solado, que siempre que pasábamos por la fachada del ayuntamiento, a Justo se le enzarzaba la mirada en la blanca pupila del reloj municipal, y que en ese instante me suspendía su plática.

La vida, qué cosa no tendrá para seducirnos con sus vueltas también, para apresarnos al escuchar el tic-tac de la dádiva de sus dones.

Y luego seguíamos con nuestro paso concéntrico, como tantos otros. Todos en el mismo sentido, con ritmo medido, cauto; como si en realidad removiéramos la masa de la hora para que no se nos cuajara este tiempo de otoño primerizo, ni se nos cortase el tierno sol de San Miguel.

Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes.

Otro día, otras vueltas con Justo:


Con Justo, gran paseador de la Plaza Mayor.


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